Totalmente decidida (al menos eso yo pensaba), así me encontraba sentada en la silla de espera del salón de belleza. Finalmente, me llaman. Me senté con mucha tranquilidad y emoción en la silla de la estilista, le muestro la imagen de el corte que deseaba y lo primero que me pregunta es “¿estas segura?” con mucha seguridad contesto “si, es ahora o nunca”. Así comenzó una experiencia que marco mi vida.
Los primeros dos o tres mechones de pelo que vi caer al suelo provocaron un sentimiento de valentía inexplicable acompañado de los comentarios de todas las mujeres que pasaban por mi lado para decirme “wow te admiro, es algo que no todas podemos hacer” “llevo tiempo pensándolo, y verte hacerlo me motiva” “tu cara es perfecta para ese tipo de corte” “que valiente eres” y finalmente el comentario que me dejo sin palabras y desato un mar de lágrimas: “¿Y tu novio te deja cortarte el pelo así? ¿Crees que le va a gustar? Justo en ese momento levanto la mirada, me veo en el espejo y aparece mi novio justo al lado mío para preguntarme si me gustaba el corte. No pude responder, levante mis manos para tapar mi cara (como si eso me hiciera invisible) aunque yo sabía que él estaba allí para apoyarme y un simple corte de pelo no cambiaría nada. En ese momento descubrí lo importante que era el pelo para nosotras las mujeres. Para mí en ese momento cortarme el pelo e irme a lo natural paso de ser una excelente idea de liberación y belleza natural a una total pesadilla, y lo peor que yo pude haber hecho en mi vida.
La estilista sumamente nerviosa al verme llorar como si se hubiera muerto alguien (no la culpo) trato de consolarme, pero para aumentar los nervios de aquella mujer, llega la supervisora a preguntar qué había pasado. Me convertí en el centro de atención de aquel salón de belleza. No solo tenía el pelo corto “boy short”, sino que ese no era el estilo que yo había pedido. Le rogué a la estilista que por favor le diera forma a mi cabello ya que parecía que tenía un casco y además me sentía como una señora. Lo que indicaba que ese estilo no era apropiado para una joven de 19 años. Luego de mirarme en el espejo y cuestionar mi decisión de cortarme el cabello, (que minutos antes parecía una idea perfecta) y pedirle a la estilista que me arreglara el corte, al no recibir respuesta no encontré otra solución que secarme el pelo con blower, esta parecía la mejor salida para esta terrible situación.
No les miento estuve tres días llorando sin consuelo. ¿Por qué? Luego de pasar esos días de duelo, me pregunte que provoco tanto sentimiento por algo que parecía tan simple como cortarse el pelo. De hecho no quería salir, no quería que nadie me viera me sentía horrible y no les miento ya no me siento horrible pero tampoco es que me encanta como me veo sigo trabajando eso. En fin, llegue a la conclusión. Mi estima y valor propio estaba fijado en puras apariencias, sin embargo llegue a pensar que no. Hablaba con mucha seguridad y motivaba a otros a amarse tal y como son sin yo verdaderamente amarme como soy.
Esta experiencia me enseno tantas cosas. No podemos pretender que la aceptación y el amor propio vengan de como lucimos físicamente. Si, influye, pero debemos amarnos como personas y cultivar el amor propio en base a lo que ya somos y no lo que podemos ser o cambiar. Primero debemos aceptarnos nosotras para luego ser aceptadas por los demás. Lo que sentimos se refleja y los que nos rodean lo perciben. Te invito a que lo pongas a prueba, yo lo hice y los resultados son impresionantes.
Camina con seguridad, no te escondas de nada y de nadie, trabaja y cultiva tu belleza interior, respétate para que te respeten, no seas dura contigo misma y nunca permitas que los comentarios de los demás influyan negativamente en quien eres como mujer. Y recuerda no le tengas miedo a los cambios, siempre son difíciles pero todo en la vida se trata de adaptación y aceptación. Por tu pelo, no te preocupes, tarde o temprano crecerá.
Por los mejores días.
Leynice rivera
4 comments
Oh! Cuantos recuerdos y marcas me has recordado! Recuerdo que hace dos años tome esa firme decisión de hacer un cambio, de una larga cabellera a un long bob. A diferencia de tu experiencia, el estilista hizo un hermoso trabajo del cual me sentí orgullosa de salir, sin embargo, ese corte marcó el inicio de una temporada en la que perdí mucho. No soy supersticiosa, pero no puedo evitar asociar el corte con esa mala temporada. Aún no llega al largo en el cual estaba, pero no puedo concebir volver a cortarlo así, tampoco volveré a ser la misma persona, mi carácter y amor a Dios ha crecido más que mi cabello, y ahora y siempre estará en proceso, pues Dios no ha terminado conmigo! ❤️️ #vaacrecer #vasacrecer
…ya no lo hago…pero años atras solia dejar crecer mi pelo a mitad de espalda y luego lo cortaba corto q…pero mas arriba del cuello…pero definitivo un corte moderno y una estilista q sabe lo q hace…hace la diferencia…confio plenamente en mi estilista…llevo casi 20 años con ella…ella conoce mi cabello y lo q me gusta…pero siempre he estado clara…el pelo se corta y vuelve a crecer…solo un poco de tiempo para volver a donde estaba…no es un daño permanente a mi cuerpo…es solo un cambio para refrescar mi autoestima… lindo dia…y suerte en el proximo corte!
Dicen que la juventud es el momento para hacer cosas como estás porque mientras más pasa el tiempo menos te atreves. Gracias por los buenos deseos y si estoy en búsqueda de una buena estilista.
Waooo…me quede sin palabras pues esto ha calado muy dentro de mi.???? bendiciones!