En la era de la liberación femenina casarse puede parecer una decisión del siglo pasado. Lee y descubre porque casarte o no casarte va en contra del feminismo.
“Nena, mejor no te cases eres muy joven todavía”, la frase más común y que a todos les encanta decir desde que me comprometí. Tal vez, les sorprende mi edad o que vivimos en un siglo donde son menos los que se casan y si lo hacen es luego de varios años juntos.
En estos tiempos casarse en como una experiencia “sweet”, “heat”, “sour” y luego un poco “sweet”. Al menos así ha sido para mí.
Recuerdo que allí estaba paulino, de rodillas, mirándome fijamente y pidiéndome que nos atreviéramos hacer vida juntos hasta viejitos. Un corrientazo de emoción corrió por mis pies, me imaginaba gritando si quiero a los cuatro vientos, pero no lo hice. Me detuvo la sociedad, si, la sociedad que hemos creado que nos dice que podemos ser libres mientras que nos corta las alas, nos critica, nos hace sentir grandiosas y luego nos hace pedazos.
Yo vengo de una familia en donde las mujeres han llevado la delantera. Mi abuela, una mujer admirable y de una fuerza incomparable. Mi tía, una mujer joven, decidida y que nada la detiene. Mi madre, luchadora, tierna, fuerte, perseverante que me ha enseñado que todo lo que te propongas lo puedes lograr sin excusas. Por esto, siempre me llamaron la atención los movimientos feministas que velan por los derechos de la mujer y que las apoyan para que podamos construir un lugar de respeto en nuestra cultura.
Me encanta la idea de decirle a las mujeres que sean libres, que viajen, estudien, vivan la vida de sus sueños, luchen por lo que quieren y disfruten la juventud a su manera. A pesar de esto, me intriga que esos sueños solo son para el espíritu libre que no tiene planes de casarse, por el momento no ve hijos, se aleja de lo tradicional, busca disfrutar de la vida a su manera haciendo lo que desea sin rendirle cuentas a nadie, se viste de mujer emprendedora y valiente porque es irreverente en lo que dice y hace, enseña su cuerpo con seguridad, no le tiene miedo a ser activista, aunque sea solo por la redes y cambia de novio cuando sea necesario.
¿Quién dice que vivir la juventud a mi manera excluye lo tradicional? De hecho, ¿Qué es lo tradicional?
El que me conoce sabe que no tengo miedo a decir lo que pienso siempre que sea prudente, me encanta la idea de ser un espíritu libre y tengo metas y sueños grandes por los que aun casada voy a trabajar. Aunque en estos últimos días las mujeres hemos dado pasos agigantados ocupando puestos importantes en el gobierno. Aun en las cosas sencillas nos criticamos, juzgamos y lastimamos porque tenemos creencias distintas.
Como me pides en un salón de clases que tenga libertada para expresarme si cuando lo hago me tildas de mente cerrada. Me hablas de respeto e igualdad, pero me excluyes por que no quieres escuchar mi opinión.
Si para ti el amor es pasajero y naciste para ser libre toda la vida. Con gusto te digo, adelante con tu vida y te respeto porque es tu manera de vivirla. Incluso, puedo escucharte debatir puntos y si quieres podemos ser amigas. Pero no me obligues a pensar igual que tu porque perdería el sentido esto de #NoALaRivalidadFemenina #libertadIgualdadParaTodas.
En fin, para mí todo fue como un sueño, justo como yo quería. Cada vez que miro mi mano y veo ese anillo no veo uno vida de fracasos, sueños perdidos y en la casa acomodándole la vida a mi marido (la que sueña ser ama de casa lo respeto y admiro. Es un trabajo.). veo que pronto seremos un equipo, el me ayudara a cumplir mis sueños y yo a él.
Si te quieres casar y lo puedes hacer trabaja para eso. No quieres o aún no está en tus planes, magnifico sigue haciendo lo que te apasiona, quiero verte feliz.
Cuéntame, ¿cuál es tu sueño de vida? ¿cómo el feminismo influye?